Durante 2024, la cría transitoria de vaquillonas y vacas se consolidó en los campos Cien Leguas y La Porteña, alcanzando 1.400 madres, y representando un significativo crecimiento frente a las 950 de 2023.
El modelo de cría transitoria maximiza la vida útil de los animales y mejora su peso final, mientras genera un aporte clave: nuevos terneros que refuerzan los establecimientos de recría y potencian la productividad general de la operación.
“Se trata de una forma de trabajar única en la región, que favorece la reproducción con una instancia pastoril; un tratamiento hormonal; un servicio por inseminación artificial y un repaso con toros en el período de celo”, expresó Daniel Navarro, Gerente de Ganadería.
Gracias a la implementación de sistemas de recría, en noviembre de 2024 se logró que parte de las vaquillonas de reposición alcanzaran entre el 60% y el 65% de su peso adulto a una edad temprana. Esto permitió adelantar su servicio de los 24 meses tradicionales a los 15-18 meses, generando un impacto positivo en la eficiencia reproductiva.
Dos términos de selección
Las hembras destinadas a la cría transitoria se seleccionan inicialmente entre las terneras que ingresan a un campo de recría, priorizando aquellas con óptimas condiciones carniceras y maternales. Al alcanzar los 350 kilos, estas terneras son consideradas vaquillonas y reciben el servicio. Una vez preñadas, pasan a ser vientres preñados transitorios dentro del mismo sistema, continuando su desarrollo y ganancia de peso durante la gestación. Al completar este ciclo, paren y entregan un ternero, logrando así la producción eficiente de una madre y su cría. Tras la lactancia, que dura entre seis y siete meses, los animales se separan: la madre ingresa a una fase de terminación, engorde y descarte, mientras que el ternero se incorpora al campo de recría.
En segundo término, la cría transitoria se complementa con vientres adultos vacíos, que conforman alrededor del 20% de las hembras. En un sistema tradicional, estas vacas serían descartadas, pero este enfoque les brinda una nueva oportunidad de ser preñadas, siempre que cumplan con las condiciones maternales y carniceras necesarias.
Más kilos con mayor rapidez
En el caso de la ternera, este sistema le permite ganar peso de manera acelerada mientras se reproduce, alcanzando aproximadamente 480 kilos al final del proceso, lo que representa un incremento de casi 130 kilos desde el inicio de la cría transitoria. Este enfoque reproductivo permite generar nuevos animales propios para la recría, optimizando nuestros procesos.
La cría transitoria se consolida como una estrategia innovadora dentro del modelo ganadero para Agroganadera del NOA. Este sistema integra conocimientos avanzados y un monitoreo continuo, asegurando una producción más eficiente y sostenible.
“Comprometidos con la mejora continua, a través de múltiples pruebas y ajustes, hemos logrado identificar y definir el mejor momento, peso, tratamiento y tipo de animal para la cría transitoria. Este conocimiento acumulado nos brinda hoy la capacidad de escalar el modelo con confianza y eficiencia”, agregó Navarro.
La decisión sobre cuántos animales retener cada año depende de la disponibilidad forrajera, una variable clave para garantizar el éxito del sistema.
2025: Escalando hacia una ganadería más eficiente y sostenible
El objetivo es claro: aumentar año tras año la cantidad de cabezas incorporadas a este sistema, impulsando la producción de terneros de manera sostenible. Esta estrategia fortalece el desarrollo de una ganadería más eficiente y moderna, mientras que reafirma el compromiso de Grupo Lucci con la innovación y la excelencia en el sector.